La OMS alerta periódicamente sobre la demencia como una prioridad de salud pública. El Alzheimer es un tipo de demencia que hace que las neuronas encargadas de la memoria dejen de ejercer su función correctamente. Esto provoca en el paciente olvidos, e incluso la pérdida de su identidad, por lo que llega a necesitar ayuda permanente para realizar sus actividades básicas de manera cotidiana. Según la OMS hay 50 millones de personas que padecen demencia, entre el 60% y 70% de esos casos corresponden a Alzheimer.
Los estudios epidemiológicos han demostrado que las mujeres tienen el doble de probabilidades que los hombres de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, pero la causa de este fenómeno no está clara.
Ahora, sin embargo, un estudio dirigido por un equipo de profesionales liderado por Ye Keqiang del Instituto de Tecnología Avanzada de Shenzhen (SIAT) de la Academia de Ciencias de China proporciona una respuesta a este misterio que ha intrigado a la ciencia durante décadas. Sus hallazgos acaban de publicarse en la revista especializada Nature.
Integrando sus estudios previos, el equipo del Ye ha establecido la teoría que indica que una hormona pituitaria es el factor central que impulsa la patogénesis de las enfermedades neurodegenerativas. “Con base en esta teoría, nuestro equipo buscó hormonas femeninas que cambian drásticamente durante la menopausia y probó qué hormona activa selectivamente la vía C/EBPβ/AEP”, explicó el autor principal de la investigación, el profesor Ye.
El equipo de investigación que lidera identificó la hormona estimulante del folículo (FSH) como el principal factor patógeno. “Durante la menopausia, la concentración de FSH aumenta considerablemente, se une al receptor de FSH afín en las neuronas y activa la vía C/EBPβ/AEP. Esto da como resultado patologías, lo que lleva al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer”, explicó el Zaidi Mone, coautor correspondiente del estudio y profesor titular en la Escuela de Medicina Mount Sinai en Nueva York.
En un futuro próximo, el equipo se centrará en analizar la relación entre genes de riesgo específicos para explorar por qué las mujeres portadoras de ApoE4 son más vulnerables a desarrollar la enfermedad de Alzheimer (Getty)
Los investigadores emplearon diferentes métodos para demostrar este hallazgo. Usando ratones ovariectomizados, aplicaron un tratamiento con anticuerpos anti-FSH para bloquear la FSH e inactivar la vía C/EBPβ/AEP. También eliminaron la expresión del receptor de FSH (FSHR) en las neuronas para abolir la unión de FSH a FSHR en el hipocampo. Ambos métodos aliviaron la patología y la disfunción cognitiva. Además, la eliminación de C/EBPβ en el modelo de estos ratones disminuyó las patologías de la enfermedad de Alzheimer.
A la par de trabajar con ratones hembra, los investigadores también inyectaron FSH en ratones macho y descubrieron que la FSH promovía patologías de Alzheimer. Todos estos hallazgos sugieren que el aumento de la FSH después de la menopausia se une a la FSHR en las neuronas y activa la vía C/EBPβ/AEP, que desempeña un papel importante en el desencadenamiento de la patología.
En un futuro próximo, el equipo se centrará en analizar la relación entre genes de riesgo específicos para explorar por qué las mujeres portadoras de ApoE4 son más vulnerables a desarrollar la enfermedad de Alzheimer. “Nuestros hallazgos demuestran que la vía de señalización C/EBPβ/AEP actúa como un factor central en estas enfermedades dependientes de la edad, lo que puede ayudar a revelar cómo una variedad de factores de riesgo median en las enfermedades neurodegenerativas mediante la activación de esta vía”, explicó Seong Su Kang, investigador de la Universidad de Emory.
Estos datos no sólo sugieren un papel causal del aumento de los niveles exagerados de la enfermedad de Alzheimer durante la menopausia, sino que también revelan una oportunidad para tratar dicha enfermedad y, a la par, la obesidad, la osteoporosis y la dislipidemia con un único agente bloqueador de la FSH. Con proyección auspiciosa, el equipo Ye que viene siguiendo esta ruta investigativa, está ampliando esta teoría y ha comenzado a desarrollar nuevos caminos de análisis a fin de reportar soluciones posibles a numerosas enfermedades crónicas dependientes de la edad, como la diabetes, la aterosclerosis, el cáncer y el envejecimiento.
Estos datos no sólo sugieren un papel causal del aumento de los niveles exagerados de la enfermedad de Alzheimer durante la menopausia, sino que también revelan una oportunidad para tratar dicha enfermedad
Con el avance de las investigación científicas se sabe, por otra parte, que en América Latina se puede reducir un 56% el riesgo de demencias como Alzheimer si se controlan mejor algunos factores para su prevención.
Un reporte de la Comisión de The Lancet publicado en setiembre pasado sobre demencias señaló que el primer factor de riesgo es la baja educación de las personas durante la infancia. Este factor influye en el 11% de los casos en América Latina. Los tres factores de riesgo de Alzheimer siguientes son la pérdida auditiva, la hipertensión sin control y la obesidad durante la vida adulta.
Con el transcurso de los años, se suman otros 5 factores de riesgo que son el consumo de tabaco, desarrollar depresión, no practicar actividad física o ser una persona sedentaria, mantener poca actividad social con otras personas, y tener diabetes sin tratamiento.