«Carlos O.» Investigado por hackeos a entidades públicas.

lunes, Mar 07

Carlos O. trabajó en la Senain entre 2015 y 2017 gracias a sus destrezas como hacker. Se estima que ha violentado sistemas informáticos de unas 50 entidades públicas y privadas, por lo que enfrenta tres investigaciones en la Fiscalía.

Sus credenciales de hacker lo catapultaron al corazón del sistema de Inteligencia en el gobierno de la autodenominada Revolución Ciudadana.

Carlos O. S. fue enrolado en la extinta Secretaría Nacional de Inteligencia (Senain) en 2015, aunque no contaba con ningún título ni especialización académica. Durante dos años trabajó en el área de infocomunicaciones y de ataque cibernético.

Su carta de presentación fue su habilidad para perforar sistemas de entidades públicas y extraer información sensible, para luego exigir dinero a cambio.

Las autoridades estiman que ha vulnerado más de 50 páginas gubernamentales y privadas, tanto nacionales como internacionales. Entre las entidades afectadas están:

Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT)

Servicio de Rentas Internas (SRI)

Ministerio de Economía

Banco Central del Ecuador

Petroecuador

Policía Nacional

Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS)

Como víctimas también hay dos bancos y empresas de tarjetas de crédito. El objetivo de sus ataques era esencialmente extorsivo.

Por ello, desde 2017, la Fiscalía recibió tres denuncias por ataques a sistemas informáticos y pánico financiero en contra de Carlos O. S. La última la interpuso el Banco del Austro, el 17 de febrero de 2022.

A inicios de este año, la última entidad pública en sufrir el hackeo de sus bases de datos fue la Marina, según denunció PRIMICIAS.

Los ataques se direccionaron a los sistemas SIGMAR y ORCA, que procesaban información del monitoreo satelital de la flota pesquera y de transporte de combustible.

Los ataques inhabilitaron las páginas, que dejaron de operar. Debido a esto el país no cuenta con la vigilancia de embarcaciones que también se utilizan para el narcotráfico y tráfico de combustible, según confirmó un alto oficial de la Marina.

La ministra de Telecomunicaciones, Vianna Maino, explicó que lo ocurrido con los sistemas de la Armada lo investiga el Comando de Ciberdefensa de las Fuerzas Armadas (Cociber). Aún no se confirma si fue un hackeo de información; por lo pronto se habla de un acceso indebido de fuentes humanas a esos datos.

“Oficialmente, el rastreo de los barcos se continúa haciendo con sistemas alternos, según nos han informado”.

Vianna Maino, ministra de Telecomunicaciones

Fausto Cobo, director del Centro de Inteligencia Estratégica (CIES), no descarta que exista una relación con otros asaltos informáticos a instituciones públicas, desde el año pasado. Los ataques cibernéticos ya se consideran una de las principales amenazas para la seguridad del Estado.  

Ecuador enfrentó el mayor ataque cibernético de su historia en abril de 2019. Ocurrió luego de que el anterior gobierno retirara el asilo diplomático en la embajada ecuatoriana en reino Unido a Julián Assange, fundador de WikiLeaks.

Tras la salida de Assange de la sede de la embajada, según fuentes oficiales, se registraron 40 millones de ataques a diferentes instituciones públicas y privadas en pocos días. Eso dejó en evidencia la vulnerabilidad del país.

Luego de la entrega de Assange a las autoridades británicas, en Quito se detuvo al sueco Ola Bini, un programador informático. Fue acusado de violentar los sistemas informáticos del Gobierno.

Bini fue llamado a juicio, por un acceso no consentido a equipos informáticos de CNT, en medio de denuncias de sus abogados de violaciones al debido proceso.

La prueba central del supuesto delito es una fotografía hallada en su celular donde aparece una página de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones con una alerta escrita que indica la prohibición de acceder a ese dispositivo.

Fuente: PRIMICIAS