Quejas en el hospital Teodoro Maldonado por falta de medicamentos y tiempo en que se otorgan las citas médicas.

jueves, Mar 24

El ir y venir de pacientes es constante en el hospital Teodoro Maldonado Carbo, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), ubicado en el sur de Guayaquil. Usuarios jóvenes, adultos mayores y personas con discapacidad recorren las instalaciones del sanatorio, principalmente, en las mañanas.

Asistida por una joven que le empujaba la silla de ruedas, Mariana Vargas llegó a dicha casa de salud cerca del mediodía de este miércoles, 23 de marzo, para una cita en oncología.

Ella es paciente oncológica, hace tres años fue intervenida debido a cáncer de colon y acude a chequeos periódicos.

“No hay medicinas, no hay. No tienen para el cáncer, yo soy hipertensa y diabética y nada, me mandan a comprar a la calle”, expresó la jubilada con desazón, y añadió que el martes en su cita con la endocrinóloga tampoco le proporcionaron la insulina que se aplica por la diabetes.

Para la hipertensión, dijo, toma losartán, pastillas que ella debe comprar por su cuenta, pues tampoco las recibe del Seguro Social.

“La insulina, las agujas, losartán para la hipertensión y también por la oncología que me mandan no hay los remedios”, se quejó la mujer, que salió de la consulta del miércoles sin fármacos.

Su situación era opuesta a la de otros afiliados y jubilados que salían sonrientes con fundas de medicinas que tienen marcado el distintivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.

Pero como Vargas muchos otros usuarios también salían de las instalaciones del hospital sin fundas visibles.

“Ciertos remedios sí hay, pero otros son escasos, si uno quiere estar bien tiene que gastar, porque es la salud de uno mismo. Lo otro es esperar ponerse mal porque no hay medicinas”, comentó un hombre que pidió la reserva de su nombre, mientras salía del edificio de consulta externa.

Julio Arce, jubilado septuagenario, contó que hace un año aproximadamente él no recibe el analgésico tramadol en gotas que toma para mitigar el dolor del nervio ciático.

“Eso es lo que yo tomo, la inyección que me dan esa no me puedo poner”, comentó el hombre, que caminaba con la ayuda de un andador asistido por dos familiares.

Otros usuarios del Teodoro Maldonado Carbo expresaron su malestar porque, dijeron, las citas médicas con especialistas se las están dando para dentro de tres y hasta cinco meses. Esa espera prolongada por una atención, expusieron, puede acarrear que su condición de salud se complique.

Ya en febrero de este año en dicho sanatorio los usuarios denunciaron escasez de algunos fármacos, incluso para quienes se realizan diálisis, y falencias que iban desde la falta de alcohol hasta tomógrafos dañados.

En ese entonces, Francisco Andino, gerente del hospital, sostuvo que un tomógrafo tenía once años y que se dañaba constantemente por los años de funcionamiento. Dijo que se alistaba un proceso para adquirir uno nuevo.

También aseguró que algunos de los daños de los equipos hospitalarios se deben a “mafias” que permanecen en el hospital, por lo que anunció una nueva intervención. Hay seis denuncias en la Fiscalía por esta situación, añadió el funcionario.

Sobre la falta de ciertos medicamentos, argumentó que hay algunos fármacos cuya adquisición depende también de los procesos de compra que son complejos y llevan su tiempo administrativo.