Los familiares de los detenidos en la cárcel de Santo Domingo exigen información a las autoridades sobre el traslado de los sobrevivientes.
Decenas de personas, en su mayoría mujeres, esperaban noticias de sus familiares presos en la cárcel ecuatoriana de Bellavista, en Santo Domingo, donde un choque entre pandillas dejó 44 muertos la víspera.
Por su parte, las autoridades empezaron a recapturar a varios presos que escaparon durante los desórdenes.
El motín, ocurrido poco más de un mes después de otra masacre que dejó 20 reclusos muertos en la cárcel de Turi, puso nuevamente de manifiesto la crisis carcelaria en el país, que el gobierno atribuye a luchas entre bandas ligadas al creciente narcotráfico.
Decenas de familiares de los reclusos se desesperaban, por segundo día, frente a las puertas del penal sin tener noticias de sus seres queridos, mientras militares armados con escopetas custodiaban las inmediaciones.
“Hay muchas madres a las que no les han dado noticias de sus familiares, de si están vivos”, agregó el ama de casa, de 48 años, Leisi Zambrano.
Tan pronto supo de los enfrentamientos, Zambrano dijo haber acudido con otros familiares al penal en la madrugada y escuchaba que, desde el interior, “los presos pedían auxilio, que no los dejaran morir”. “Adentro es una carnicería”, dijo a la agencia de noticias AFP. Uniformados que agrupaban a unos 80 reos presuntamente recapturados tras la fuga masiva que siguió a los disturbios fueron vistos por reporteros de AFP.
El ministerio confirmó que 200 de los 220 prisioneros fugados de la cárcel de Bellavista ya fueron ubicados por la Policía. Moradores del sector aledaño a la cárcel de Bellavista, en Santo Domingo, relataron a PRIMICIAS que vieron a varios detenidos saltando por los muros de la prisión.
Según los testigos, los fugados caminaron por la orillas del río Chiguilpe para llegar al bypass por una zona montañosa y poder evadir los controles policiales.
En el trayecto, agricultores que habitan el sector permanecieron en alerta toda la noche para no ser atacados por los prisioneros fugados, que se escabullían por los matorrales. “Podían salir hasta el bypass o por la urbanización Ciudad Verde.
No dormimos cuidando a nuestras familias”, aseguró un habitante del sector, quien prefirió no identificarse por temor a represalias.
El gobierno del presidente Guillermo Lasso había decidido previamente el traslado de presos peligrosos, en el marco de un conjunto de medidas que incluyen la asignación de presupuesto a las cárceles y la creación de una comisión de pacificación. Pero, esas medidas han sido al parecer insuficiente para frenar las masacres carcelarias, de las peores de Latinoamérica.
El hacinamiento es otro problema: en Bellavista viven 1.700 presos, 500 más que su capacidad. A escala nacional, en las 65 prisiones, con capacidad para unas 30.000 personas, hay unos 35.000 presos, según fuentes oficiales.
Según las autoridades, los enfrentamientos del lunes fueron provocados por el traslado a Santo Domingo de unos de los líderes del grupo R7, gracias a una medida judicial. “Este tipo de traslados son los que perjudican la gobernanza de los centros carcelarios”, dijo el martes el jefe de los servicios penitenciarios, Pablo Ramírez.
Entre las peores matanzas
2022
Ecuador. El 9 de mayo, al menos, 44 presos murieron en enfrentamientos entre bandas rivales en la cárcel de Bellavista, en Santo Domingo de los Tsáchilas.
Otro centenar de reclusos logró fugarse. Las autoridades atribuyen los disturbios a las rivalidades entre bandas, especialmente de narcotraficantes, que disputan el control de las cárceles.
2021
Ecuador. El 23 de febrero estallaron motines de forma simultánea en varias cárceles de Ecuador con un total de 79 muertos: 37 en dos centros penitenciarios de Guayaquil (sureste), 34 en una cárcel de Cuenca (sur) y ocho en Latacunga (centro).
Estos centros concentran el 70% de la población penitenciaria del país. El 28 de septiembre, una masacre entre bandas rivales en una cárcel de Guayaquil dejó al menos 119 muertos y 80 heridos. En la noche del 12 al 13 de noviembre, 62 reclusos, de nuevo en Guayaquil, murieron en un nuevo enfrentamiento.