El sol apenas brillaba sobre las montañas de Playa Alta, en la provincia del Carchi, cuando las puertas de la casa de Richard Carapaz se abrieron.
Eran las 06:00 de ayer 29 de mayo de 2022; su madre, Anita Montenegro, y su padre, Antonio Carapaz, empezaron a adornar la casa con globos, banderas y fotos de su hijo.
Mientras ellos organizaban todos esos preparativos, un grupo de técnicos empezó a armar una pantalla gigante a un costado de la entrada.
Allí se sintonizó la última etapa del Giro de Italia. Un parlante también trasmitía los comentarios que venían directamente del país europeo.
A las 07:00, cerca de 30 ciclistas llegaron a la casa de Richard. Uno a uno saludaron a los padres y gritaban consignas de apoyo al ciclista carchense.
“Vamos, Richard; vamos, mijín… sí se puede”, se escuchaba en la entrada principal de la casa de la familia Carapaz-Montenegro.
A esa misma hora, en el parque central de Tulcán también se escuchaban frases de aliento de más amigos y aficionados al deportista nacional.
Más de 200 ciclistas se concentraron en ese punto para participar de una rodada o ciclopaseo que se organizó en honor a la ‘Locomotora del Carchi’.
Con la bandera de la provincia y vestidos con los colores del equipo Ineos, al que pertenece Carapaz, los asistentes coreaban: “Vamos campeón, vamos campeón”.
Por más de una hora recorrieron las principales calles de Tulcán hasta llegar al velódromo de la ciudad. Allí también se levantó una pantalla gigante para que toda la ciudadanía pudiese observar el turno de la contrarreloj de Carapaz, quien arrancó a las 09:45.
“Richie’ es un orgullo para todo el Carchi y para todo el país. Aquí estamos para darle nuestro apoyo, como en 2019”, dijo Kevin Paredes, un aficionado.
Ese año es recordado en Tulcán porque fue cuando Richard se alzó con el trofeo del Giro de Italia.
De hecho, en la casa de sus padres se repartió a todos los asistentes una fotografía de Richard de ese recuerdo. La imagen estaba acompañada de la frase: “Por el amor infinito, gracias Richie”.
Pero los gritos y las porras se escucharon con fuerza cuando en la pantalla apareció la imagen de Carapaz vestido con los colores de la bandera del Ecuador.
De principio a fin la gente no dejaba de alentar. Su padre, emocionado, agitaba la fotografía de su hijo. Su madre, en cambio, veía la participación de Carapaz sentada en una silla. Ella estaba abrigada con una chalina roja.
Al finalizar y confirmarse que se alzó con el subcampeonato del Giro, todos los asistentes gritaban de felicidad.
Los turistas se tomaban fotos con los padres de Carapaz y al lado del monumento al deportista, que está en una colina cercana.
La madre del ciclista, un poco afectada de salud, empezó a llorar y dijo que agradece a Dios que Richard no tuvo ningún percance durante la carrera. Su padre empezó a repartir vino y bizcotelas para brindar por el logro. Además, recordaron que Richard cumplía 29 años de edad y a la distancia le cantaron Cumpleaños feliz.
“Gracias por venir”, repetía, mientras entregaba a la gente el pequeño vaso de vino. “Hoy brindamos por el cumpleaños de mi hijo. A la distancia, feliz cumpleaños Richard Carapaz”, señaló.
En tanto, en el velódromo los aficionados también celebraron la victoria de su ídolo.
Jefferson Díaz, comisario de la ciudad, indicó que este evento fue organizado por amigos de Carapaz y organizaciones deportivas.
“Estamos orgullosos de nuestro campeón. Ha dejado todo en esta carrera. Es lo más grande que ha dado esta tierra y el país entero”, dijo Rodrigo Ruiz, otro asistente.
Entre los presentes también había familias enteras. El optimismo de la gente se notaba en los gritos y aplausos. Los ciclistas dijeron que tenían previsto un show artístico para festejar el triunfo del representante ecuatoriano. Y también esperar su retorno al país, en las próximas semanas.