Fotógrafo con legado familiar

domingo, Jul 10

Mi proyecto ‘Toujours en Vogue’ gira entorno a la capacidad del camaleón para adaptarse a su entorno, ya sea para protegerse o para mostrar estados de ánimo. Pienso que es una habilidad fundamental para que algo esté siempre en boga.

Desde los inicios de la evolución, los seres humanos adaptamos nuestra imagen o apariencia. Una de las formas más primitivas de hacerlo es por medio de la pigmentación de la piel, como lo represento en mi proyecto, con el arte del tatuaje; ahí reflexiono sobre cómo nos habituamos hoy a nuestro entorno y a distintas subculturas.

En los proyectos que he realizado exploro temas como el encasillamiento, el aislamiento y, a su vez, la presencia que tenemos socialmente. Por un lado está ‘Instrumentos de Libertad’, en la que muestro a una persona que está absorbida por una realidad laboral, en la que deja de vivir y empieza a funcionar como máquina. Es la historia de cómo se libera y persigue su pasión, que lo lleva a sentirse libre. Las motos ‘chopper’ representan su instrumento de libertad.

Por otro lado está el proyecto ‘El Observador’, que es la historia de una ‘influencer’ que vive en una realidad que se construye y existe exclusivamente y gracias a los medios digitales, donde su presencia en estos es la única relevante.

Enfatizo este sentimiento con la técnica del barrido, donde solamente ella sale nítida en la imagen y el mundo alrededor sigue girando sin importarle. Estos son los trabajos que más disfruto; busco darles un espacio en el mundo comercial de la fotografía, ya que está repleto de imágenes, pero las que se destacan son las que tienen un concepto o un mensaje detrás.

Otro ejemplo es ‘Inversión’. Este proyecto nace a partir de la historia de Ícaro, quien se convierte en un náufrago en un mundo desconocido. La verdad es que no me gusta darles títulos a mis imágenes, porque pienso que puede limitar la visión del espectador.

Esta imagen también es parte de una serie que está en constante desarrollo, donde retrato el pasar del tiempo. Este personaje se encuentra atrapado nadando en círculos, al igual que todas las partículas del universo, perdido en el espacio. Puede divisar cómo evoluciona el mundo… cómo nace la vida y se deteriora mientras él sigue atrapado.

Recuerdo que desde muy pequeños mis padres nos vincularon a la fotografía. En nuestra infancia viajamos constantemente para cumplir con sus encargos fotográficos. En estos viajes cada miembro de la familia portaba una cámara.

Era el menor y solía tener más temor en las aventuras en que nos embarcábamos. Recuerdo una vez que fuimos a la selva ecuatoriana, mis padres hacían fotos para un libro y debíamos adentrarnos bastante en la selva con las canoas talladas a partir de árboles.

La primera vez que mi padre utilizó una foto mía para un catálogo fue un sentimiento increíble. Se trataba de un trabajo en Galápagos. Mientras mis padres hacían fotos, los hijos paseábamos con el resto de turistas con la cámara en mano. Hice una imagen de unos barcos desde el recorrido por tierra, que en ese entonces no me pareció muy relevante, pero algo me llamó a capturar ese momento y la foto resultó ser una de las seleccionadas para el catálogo final.

Mi amor por la fotografía nació después del fallecimiento de mi padre. Al comienzo empecé como asistente en Marggraff Fotografía. Mi principal tarea fue y es hasta ahora la de combinar esa experiencia en la fotografía con los procesos actuales. El cambio a la fotografía digital no fue nada agradable para mis padres, ya que en ese entonces se sacrificaba la calidad de imagen por la inmediatez de un proceso digital.

Desde mi punto de vista, lo lindo de la fotografía es que nos lleva a sentir empatía por otras realidades y nos permite ir a sitios a los que no habíamos considerado ir antes.

Asimismo, la veo como una herramienta de autoconocimiento y como una máquina del tiempo. Pienso que un artista puede llegar a extremos para ser capaz de plasmar o comprender un concepto a plenitud. Como una psicóloga me dijo una vez: “el artista es la claraboya de la sociedad”.

Soy el gerente general en Marggraff Fotografía. Me especializo en fotografía de producto. Lo que más disfruto son los trabajos conceptuales donde se crea una narrativa visual con un conjunto de imágenes. En mis trabajos me gusta interactuar con elementos de improvisación y experimentación. Por otro lado, exploro la barrera entre la imagen movida y la fotografía creando cortos tipo ‘stop motion’.