Captura un extraño pez remo de seis metros que lo asocian a catástrofes naturales como tsunamis y terremotos

jueves, Jul 14

La aparición del pez remo, sin duda tiene la atención de miles de chilenos y las redes sociales. El gran tamaño y su extraña presencia no es lo único que genera incertidumbre en los curiosos. Los cibernautas asocian al animal marino con una mitología japonesa que tiene que ver con fenómenos naturales.

“Namazu” era una enorme serpiente marina que vivía en las profundidades de la isla de Japón y causaba terremotos cuando salía de su guarida a la superficie, según escribió El Universal de México. Tal animal era denominado “pez remo”, que en japonés se traduce como ryugu no tsukai, que significa “mensajero del palacio del dios del mar”.

La criatura pertenecía a los yakoi, monstruos mitológicos. Antes de convertirse en un animal que auguraba desgracias, era de menor tamaño, podía comunicarse con los humanos e incluso transformarse en uno si lo deseaba, según las tradiciones antiguas.

El mito coincidió con el tsunami de 2011 en Tohoku, en la isla de Honshu, costa del Pacífico. Antes del desastre natural ocurrió un avistamiento de una gran cantidad de peces remos llegando a las costas. Sin embargo, no está comprobado científicamente que tengan relación.

Investigadores del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) recopilaron muestras del animal para estudiar su aparición por las costas chilenas. A su vez, explicaron que el animal de características pertenece al género Regalecus, una clase de peces óseos, actinopterigios pelágicos de gran tamaño.

“Cuentan con bocas protuberantes y pequeñas, y una aleta dorsal rojiza voluminosa que se extiende desde la cabeza hasta el extremo de la región caudal, entre sus aspectos más distintivos”, dijo Gonzalo Muñoz, investigador asociado al IFOP.

“No poseen escamas, sino una piel viscosa de tonalidad plateada, las aletas pectorales apenas se distinguen y las pélvicas tienen formas de remos las que le otorgarían su nombre entre los pescadores”, agregó.

El pez remo está distribuido por casi todos los océanos, excepto en las regiones polares. Suele habitar principalmente en la zona mesopelágica, es decir entre los 200 y 500 metros de profundidad, aunque pueden tener presencia entre los 20 y 1000 metros de profundidad. (I)