“Estoy desesperada, porque sólo la bendición de Dios me tiene aquí de pie. Mi hijo de cinco años perdió sus ojos a causa del cáncer que le detectaron cuando era bebé, el necesita sus prótesis y medicamentos”.
Este es el clamor de Rosa Álvarez quien hizo un llamado a las autoridades para exigir sus derechos a la salud.
Enith Enríquez también hizo escuchar su voz. A ella le detectaron cáncer de seno y por su tratamiento debe cancelar USD 600, cifra que supera los USD 500 que recibe mensualmente por su jubilación.
«Cada vez más personas pierden la vida porque no cuentan con el tratamiento, es más de un año que estamos pidiendo la ayuda al Estado».
Al pedido de ellas se unieron otros pacientes con enfermedades catastróficas y sus familiares, este jueves 14 de julio de 2022, en un plantón en los exteriores del Palacio de Carondelet.
Exhibieron carteles en los que se leía: “Por la entrega de medicinas constante y sin intermitencia cumplan con la acción de protección y el artículo 366, que señala que el financiamiento público en salud será oportuno, regular y suficiente y deberá provenir de fuentes permanentes del presupuesto general del Estado”.
La jornada comenzó con la presencia de más de 30 personas en la iglesia de la Catedral, ubicada en la Plaza Grande, donde participaron de una ceremonia religiosa en honor a quienes perdieron la batalla. Después, como acto simbólico, hicieron un cortejo fúnebre alrededor de la plaza.
Gustavo Dávila, presidente de la Alianza Nacional por la Salud (organización que agrupa a casi 30 entidades enfocadas en tratamientos de enfermedades catastróficas), señaló que ante la nula atención del Gobierno acudieron a la Conferencia Episcopal para que interceda por ellos.
«Estamos cansados de estar en plantones, queremos que ya se intervenga. Basta de tanta indolencia. Señor Presidente ¿tenemos que salir a huelgas para que nos escuche?”, dijo.
También informó que, de no haber una respuesta por parte de las autoridades, realizarán una huelga de hambre.
