Francisco Salas llegó al Parque Samanes junto con su esposa Pamela y sus hijos Adrián y Ariana, de 8 y 12 años. Los pequeños se divertían en uno de los juegos inflables, mientras sus padres, alegres, los observaban y los aplaudían. Todo dentro del ambiente festivo que se vive por los 487 años de fundación de Guayaquil.
Son de Quito y están de visita en la ciudad porque los niños hacen parte de la Federación de Patinaje de Pichincha y están compitiendo en un campeonato nacional. Pero eso no les impidió darse una vuelta por el emblemático parque guayaquileño ubicado en el norte de la urbe, para tomar un respiro y descansar.
«Nos parece muy hermoso y estamos disfrutando los lugares turísticos de la ciudad. Esperamos volver pronto para conocer más», señaló Francisco, quien después de los juegos siguió al patio de comidas, donde se desarrolla una feria gastronómica.
“Guayaquil nos parece una ciudad muy bonita, con muchos lugares para conocer. Cada vez que venimos, nos enamoramos de ella”, afirmó el hombre, con una sonrisa al ver a su hijo brincando en el juego.
El Parque Samanes fue solo uno de los sitios donde acudieron los guayaquileños para aprovechar el feriado y celebrar las fiestas por los 487 años de fundación de Guayaquil.
Otro punto de encuentro familiar y turístico fue el Malecón Simón Bolívar. A lo largo de sus 2,5 kilómetros había hombres, mujeres y niños en las zonas de juegos, en especial las que están ubicadas a la altura de las calles Junín y Víctor Manuel Rendón, disfrutando de un rato de esparcimiento. Algunos andaban con sus mascotas, ya que el lugar ahora es pet friendly.
Jimmy Tejada recorría el lugar con sus hijos, hermanos y otros familiares. Él es guayaquileño pero vive en Estados Unidos y trata de viajar a Guayaquil durante julio, para visitar a sus seres queridos. Sin embargo, hace cuatro años no viajaba, debido a la pandemia.
Esta vez llegó el 15 de julio y encontró muchas cosas nuevas. “La última vez que vine, la Aerovía todavía estaba en construcción. Ahora me sorprendió verla ya funcionando. He visto muy bonita la ciudad”.
Mientras toda la familia caminaba por el Malecón, observaron el arribo de las seis barcazas alegóricas que hicieron parte del tradicional Desfile Náutico. Las embarcaciones partieron desde el muelle de la Caraguay, en el sur de la urbe, y llegaron hasta el Malecón, donde cientos de personas se reunieron para verlas.
Por el río arribaron las embarcaciones Fragata del Ecuador, Homenaje al cacao, Fauna de Guayaquil, Diversidad de flores, Guayaquil, destino de exportación y Guayaquil musical. Luego desfilaron botes del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil y de la Armada del Ecuador.
También se hizo una demostración del procedimiento de abordaje fluvial a una embarcación sospechosa. Y desde las alturas, un grupo de paracaidistas aterrizó en el Malecón.
Nelly Vera disfrutó del espectáculo, junto con su esposo Miguel Illastre y su mascota, un hermoso french poodle llamado Flopy. Ellos llegaron desde el suburbio. “Nosotros venimos a menudo al Malecón y hoy nos ha parecido hermoso todo. El desfile náutico estuvo muy bonito, es algo diferente para pasear”.
En otro punto del Malecón, la banda de la Armada del Ecuador deleitaba a los presentes con varias melodías bailables, para amenizar el ambiente.
A partir de las 16:00 se abrieron las puertas de la Feria Internacional Parque Samanes. Para la noche de hoy, sábado 23 de julio, está previsto el concierto del salsero colombiano Alberto Barros.
Y a las 18:00 se inició el tradicional Desfile Motorizado del Cuerpo de Bomberos, que recorrió diferentes calles de la urbe en homenaje a los 487 años de fundación de Guayaquil.
