El noveno encuentro internacional de danza contemporánea A Cielo Abierto se desarrollará del 8 al 20 de agosto del 2022. Serán 12 días de funciones, intervenciones en espacio público, proyecciones de videodanzas y actividades pedagógicas en teatros, plazas y universidades de Pichincha.
Un total de 33 agrupaciones de Ecuador, Uruguay, Colombia, México, Costa Rica, Perú, Chile, Venezuela y España se darán cita en esta nueva edición del programa A Cielo Abierto.
Los grupos emergentes y consolidados, coreógrafos y maestros de estos nueve países recorrerán distintos escenarios de la provincia. Se presentarán en siete funciones, siete videodanzas, 17 intervenciones y 10 actividades pedagógicas dirigidas a la comunidad.
La edición 2022 de A Cielo Abierto dará inicio el lunes 8 de agosto con un pregón de diversas actividades pedagógicas y de integración. Esta actividad estará a cargo del encuentro Nómada en el Centro Cultural Metropolitano desde las 09:00 hasta las 21:00 con un costo de USD 15.
A partir de este día también se han programado funciones y actividades pedagógicas en teatros y espacios no convencionales.
Entre los teatros sede de este año están el Espacio Vazio Ispade, Teatro Nacional de la Casa de la Cultura y Teatro Variedades.
Como parte de la agenda se realizarán varias intervenciones en el Centro Histórico de Quito, Parque Gabriela Mistral, en Tabacundo y Cayambe. El encuentro cerrará el próximo 20 de agosto con cinco intervenciones en el Centro Cultural Metropolitano y la Plaza 24 de Mayo.
El acceso será gratuito a las intervenciones programadas en los espacios públicos. Algunas actividades pedagógicas y las funciones en el Teatro Variedades e Ispade tienen costo. Los detalles de la programación están disponibles en las redes sociales y página web del Centro de Danza Experimental – Cedex.
Pese al paralización de las actividades culturales durante la pandemia, la organización de A Cielo Abierto logró sostener la continuidad del encuentro, con autofinanciamiento y adaptándose a los escenarios virtuales.
Este año el festival retoma los teatros y espacios públicos bajo la temática de ‘Cuerpos en resistencia’.
“La idea es mostrar ese trabajo permanente desde el sector de los artistas de la danza y el cuerpo con la idea de modificar, restructurar y reaprender nuevos mecanismos para hacer frente a las situaciones que les ha tocado vivir en estos tiempos”, dice Fernando Cruz, director del encuentro.
El gestor cultural indica que un indicador positivo de la reactivación cultural es que se pudo retomar la programación presencial, así como contar con compañías nacionales e internacionales.
Para el noveno encuentro internacional de danza contemporánea A Cielo Abierto se presentaron 221 postulaciones. De estas se escogió a los 33 grupos con las mejores propuestas coreográficas y pedagógicas.
Este año, el festival fue beneficiario de fondo de Programa Iberescena. Esto ha hecho posible que la programación se extienda territorialmente a otros espacios de la ciudad y a otros cantones.
Uno de los objetivos de este encuentro es ampliar la convocatoria que pretende llegar a los 7 000 espectadores. El interés del público, dice Cruz, ha crecido a lo largo de estas nueve ediciones. Pasó de las 300 personas en la primera edición a cerca de 4 000 en el 2021.
Para el gestor cultural es importante poner en contacto obras y artistas de gran calidad con un público que pueda apreciar el arte de la danza en espacios no convencionales.
Ese acercamiento, dice Cruz, no solo incentiva el consumo de arte en la ciudad, sino que además generan experiencias únicas que aportan en la formación de públicos.
El formato de A Cielo Abierto también implica un reto para los artistas que salen del escenario convencional y su zona de confort para adaptarse al espacio público.
Esa experiencia, dice Cruz, ha generado nuevas dinámicas que ha llevado a los artistas a trabajar más en técnicas de improvisación. También se empiezan a desarrollar intervenciones y coreografías que van integrando elementos arquitectónicos y del mobiliario público a las propuestas. “Es una forma distinta de pensar la ciudad desde la danza”, dice.
“Estas dinámicas culturales y artísticas nos permitirán establecer espacios de intercambio de saberes, procedimientos y formas de hacer y pensar al cuerpo en un contexto de calle”, asegura Cruz.
El concepto de esta nueva edición del encuentro también se refuerza a partir de los temas políticos, sociales y filosóficos que sirven como punto de anclaje para desarrollar cada una de las obras que se ofrecen el público este año.