El fenómeno meteorológico de La Niña, asociado a temperaturas más frías y que influye en el clima global desde septiembre de 2020, persistirá al menos hasta finales de 2022.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) previó por primera vez en este siglo que esta anomalía climática durará tres años consecutivos. Su influencia en este trienio ha frenado temporalmente la subida de las temperaturas globales. Pero no detendrá o revertirá la tendencia a largo plazo del calentamiento global, comentó en un comunicado el secretario General de la OMM, Petteri Taalas.
Según los expertos de la organización, la probabilidad de que La Niña se prolongue entre septiembre y noviembre es de un 70%. Mientras que para entre diciembre y febrero de 2023 se estima que baje al 55%.
Las condiciones de La Niña en el Pacífico Sur se han fortalecido en meses recientes, con la intensificación de vientos desde mediados de julio y agosto. Esto ha provocado afectaciones a las temperaturas y precipitaciones que causan las sequías y las inundaciones en diferentes partes del mundo. Analizó la organización con sede en Ginebra.
“La cada vez peor sequía en el Cuerno de África y en el Cono Sur llevan la marca de La Niña. Así como las lluvias por encima de la media en el sureste asiático y Australasia”, analizó Taalas. La OMM también destacó la influencia del cambio climático, inducido por las actividades humanas, en estos fenómenos extremos.
La Niña va asociada a un enfriamiento a gran escala de las temperaturas de la superficie oceánica en zonas ecuatoriales del Océano Pacífico. Lo que, asociado a cambios en vientos, presión atmosférica y lluvias en la zona, suele conllevar enfriamientos de temperaturas, de forma inversa al fenómeno de El Niño.
La OMM prevé que continúe el predominio de temperaturas superiores a la media. Se espera que suceda tanto en la superficie marítima como en tierra. Algo que ya ha ocurrido en meses recientes marcados por fuertes y encadenadas olas de calor.
Las mediciones de la entidad se basan en los pronósticos de los Centros Mundiales de Producción de Predicciones a Largo Plazo. Los datos que contienen están a disposición de los gobiernos, las Naciones Unidas y las instancias decisorias.
La Organización también monitorea el clima estacional mundial, que tiene en cuenta las influencias de todos los demás condicionantes climáticos importantes, como la oscilación del Atlántico Norte, el Ártico y el océano Índico.