Contraataque ucraniano empuja a las fuerzas rusas a la frontera

martes, Sep 13

La liberación por las fuerzas ucranianas de la mayor parte de la región de Járkov y el repliegue de las tropas rusas en lo que supone la mayor derrota en cinco meses, dificulta sobremanera el objetivo declarado del presidente ruso, Vladimir Putin. Este es tomar toda la provincia de Donetsk y asegurar el control sobre la de Lugansk.

Las tropas ucranianas han liberado “cientos de ciudades y aldeas” en los 202 días de guerra. Dijo el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en esta tercera fase de la invasión rusa. Especialmente en la región oriental de Járkov y en el sur.

En la primera provincia, Kiev (según versión de las autoridades ucranianas) ha recuperado el control de más de 3 000 kilómetros cuadrados en una semana; y en la segunda, 500 km² en dos.

De acuerdo con el Estado Mayor General, en las últimas 24 horas Ucrania ha sumado otras 20 localidades a las 40 ya liberadas en Járkov en la última semana, según el gobernador, Oleg Synegubov. Además, en el norte de esa misma región, las tropas de Kiev ya han llegado en “algunas zonas” incluso a la misma frontera con Rusia, según dijeron este
12 de septiembre el Servicio Estatal de Fronteras y Synegubov.

El avance ucraniano en Járkov ha sido tal, que actualmente queda una franja relativamente pequeña en manos rusas en el lado oriental del río Oskil, según se puede ver en el mapa bélico del propio Ministerio de Defensa de Rusia.

Además, de acuerdo con la inteligencia británica, que afirma que quedan “bolsas aisladas de resistencia” de tropas rusas en esta franja, el territorio liberado por Ucrania “es al menos dos veces el tamaño del Gran Londres”, la capital británica y sus alrededores.

El jefe prorruso de la región de Járkov, Vitali Gánchev, justificó el 12 de septiembre en la televisión pública la retirada de las tropas de Járkov, bajo el argumento de que el número de soldados ucranianos “era ocho veces superior, como mínimo, al de nuestras tropas”.

Rusia, que ha calificado el repliegue a Donetsk de “reagrupación” y cuya falta de transparencia y error de cálculo han sido criticados incluso por fieles al Kremlin como el líder checheno, Ramzán Kadírov, ha reaccionado a la mayor derrota sufrida en el terreno desde abril pasado -cuando tuvo que retirar las fuerzas de las regiones de Kiev, Chernígov y Sumi, con bombardeos.

Las fuerzas rusas han atacado tres distritos en la ciudad de Járkov, la segunda del país, en unos bombardeos en los que falleció una persona y seis resultaron heridas, de acuerdo con el gobernador. El portavoz castrense de Rusia, Ígor Konashénkov, sostuvo que la artillería “continúa atestando golpes de alta precisión contra las unidades y la reserva del Ejército ucraniano de Járkov”.

La ciudad, a la que han regresado más de un millón de ciudadanos desde el inicio de la guerra y que Rusia nunca logró tomar, se ha quedado sin electricidad y suministro de agua debido a los bombardeos, indicó el alcalde de la ciudad, Ihor Terekhov.

“Gracias a Dios que el Ministerio de Defensa comenzó, por fin, a lanzar ataques contra la infraestructura (ucraniana). Esperemos que, de una vez por todas, todo esto tenga un carácter más firme”, aseveró a la prensa rusa el líder de la anexionada península ucraniana de Crimea, Serguéi Axiónov, en otra crítica a Moscú.

Pese al fuerte revés sufrido en Járkov, el jefe del Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev, aseguró que Rusia “logrará los objetivos” de la operación militar especial en Ucrania”, y el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, descartó que sea el momento de sentarse a negociar con Kiev. Eso sí, según indicó la víspera la Dirección Principal de Inteligencia de Ucrania (GUR), Moscú ha destituido al teniente general del grupo occidental de las Fuerzas Armadas.

El golpe es duro para el esfuerzo bélico ruso, porque entre las aproximadamente 60 localidades liberadas en la región oriental se encuentra también la ciudad de Izium, que servía de base a sus tropas hasta hace poco y cuyo control era vital para Moscú.

Desde allí podía volver a atacar hacia el norte, pero también hacia el sur, dirección en que se encuentran Sloviansk y Kramatorsk, los dos bastiones más importantes de Ucrania en la región de Donetsk, y hacia Bajmut, otro nudo importante.