Dos súper-Tierras han sido localizadas alrededor de la estrella fría TOI-4306, a unos 100 años luz. Uno de ellos permite agua líquida en superficie.
Este descubrimiento, publicado en Astronomy & Astrophysics, fue realizado por el satélite de exploración planetaria en tránsito TESS de la Nasa, el proyecto Speculoos de investigadores de la Universidad de Lieja, Bélgica, y la cámara de imágenes simultáneas multicolor MuSCAT3 de investigadores de la Universidad de Tokio y el Centro de Astrobiología y el Telescopio Subaru.
Los dos exoplanetas descubiertos, LP 890-9 b y LP 890-9 c, presentan radios de 1,32 y 1,37 radios terrestres, respectivamente. En teoría, un planeta con este radio puede considerarse un planeta rocoso un poco más grande que la Tierra. LP 890-9 c, que es el más exterior de estas dos, se ubica en una región donde la distancia a la estrella principal (LP 890-9) cumple las condiciones para mantener agua líquida en la superficie del planeta, la llamada zona habitable.
Los planetas con un período orbital de menos de 10 días, es decir, en las inmediaciones de la estrella anfitriona, están en la zona habitable si la estrella anfitriona es una estrella pequeña con un radio de aproximadamente el 15% del sol y su temperatura superficial es sólo alrededor de 2 600 grados centígrados (el sol está a unos 5 500 grados centígrados), informa el Telescopio Subaru en un comunicado.
Michaël Gillon, investigador principal del proyecto Speculoss, dice que «el objetivo es buscar planetas terrestres potencialmente habitables que transiten por algunas de las estrellas más pequeñas y frías del vecindario solar, como el sistema planetario TRAPPIST-1, que descubrimos en 2016.
Esta estrategia está motivada por el hecho de que dichos planetas resultan particularmente adecuados para estudios detallados de sus atmósferas y para la búsqueda de posibles rastros químicos de vida con grandes observatorios, como el Telescopio Espacial James Webb».
Las nuevas observaciones lograron detectar a LP 890-9c (y rebautizado como Speculoos-2c ), es similar en tamaño al primero (alrededor de un 40% más grande que la Tierra) pero tiene un período orbital más largo, de unos 8,5 días, lo que le sitúa en la denominada ‘zona habitable’ de su estrella.
Amaury Triaud, profesor de Exoplanetología en la Universidad de Birmingham y líder del Grupo de trabajo que programó las observaciones, explica que «la zona habitable es un concepto según el cual un planeta con condiciones geológicas y atmosféricas similares a la Tierra tendría una temperatura superficial que permite que el agua permanezca en estado líquido durante miles de millones de años. Lo cual nos da licencia para observar más y averiguar si el planeta tiene una atmósfera y, de ser así, estudiar su contenido y evaluar su habitabilidad».