Desde el 1 de octubre, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) lleva a cabo el censo en línea. Este es uno de los cambios del Octavo Censo de Población, Séptimo de Vivienda y Primero de Comunidades. Además, la modalidad presencial durará seis semanas a diferencia de anteriores ocasiones donde era en un solo día. El director del INEC, Roberto Castillo, aclara algunas inquietudes sobre este proceso.
¿Cuál es el balance de la entidad en estos primeros días del censo en línea?
Es positivo. Tenemos cerca de 300 000 personas que ya se han censado, por esta modalidad, hasta el 5 de octubre.
¿Se mantiene la meta de llegar al 20% de la población, a través de esta modalidad?
Esta meta nos planteamos como algo interno. Nos pusimos una vara muy alta, pero si no se cumple por A o B circunstancia, no pasa absolutamente nada porque el censo presencial está diseñado justamente para llegar a todas las viviendas. La modalidad virtual está pensada para personas que pasan mucho tiempo fuera de casa. Entonces, les damos la opción de hacerlo por Internet desde la privacidad de su hogar y, simplemente, cuando llegue el censo presencial indica ese certificado.
Con el inicio de este proceso se ha cuestionado la solicitud de la cédula de identidad por el carácter de anonimato. Entonces, ¿cuál es el propósito de pedirla para el censo?
Legalmente el INEC está facultado para solicitar información de índole personal. Así lo determina la Constitución, la Ley de Protección de Datos Personales y la Ley Estadística. Pedir el documento tiene tres propósitos.
¿Cuáles son?
El primero es eliminar duplicados. En segundo lugar, la cédula permite corregir o precisar la información declarada. Por ejemplo, determinar la edad haciendo una interoperatibilidad con el Registro Civil , el nivel de educación con entidades como la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt), entre otros. Y, tercero, que gracias a la cédula, se aplica un principio estadístico que es: pregúntale lo menos posible a la ciudadanía. Así se aprovecha la cantidad de información que puedan proporcionar.
La información ya se produce por todo lado. Las personas, seguramente, tienen datos que constan en otras entidades públicas. En vez de hacer muchas preguntas, a través de la cédula, con protocolo de interoperabilidad y normas de confidencialidad, cruzamos la información y la anexamos al censo.
¿Entonces proporcionar la cédula va a ser obligatorio u opcional?, porque en ese caso no se podría aplicar lo que menciona
Para ingresar al sistema del censo en línea es necesario registrar un número de cédula. Esto por el mismo principio de la seguridad de la información y para verificar que la persona existe. Ya en el cuestionario, hay ese campo que es opcional de llenarlo, pero invito a hacerlo.
Pero la gente duda en hacerlo porque la cédula no se requería en anteriores censos.
En todos los censos se preguntaban los nombres y apellidos completos. El mismo riesgo se corría al proporcionar esta información. Ahora dicen que con el número de cédula van a vender las bases de datos y te van a extorsionar.
¿En el 2010 no hubiera ocurrido lo mismo con los nombres completos?
Siempre ha habido inquietudes. Por ejemplo, en el 2001 fue la primera vez que se preguntó en el censo sobre la etnia. En ese entonces se decía: cuidado, no respondas sobre la etnia, es un tema muy personal, es un tema muy íntimo.
Lo que realmente sucedió de positivo es que pudimos identificar las vulnerabilidades de los pueblos indígenas.
¿Cómo el INEC trabaja en las medidas de protección de los datos y de ciberseguridad, teniendo en cuenta la vulnerabilidad del sistema tecnológico en el país?
Voy a hacer una analogía. La información es como si estuviera en una casa. Alrededor de ella tenemos una cerca, con un cableado eléctrico y unas cámaras de seguridad y un guardia 24/7. Eso en ciberseguridad son los estándares de normas internacionales, las cuales permiten, justamente, controlar que un extraño no entre a esa casa.
Pero siempre hay riesgos…
Por supuesto, existe algún margen de probabilidad. En la información se manejan tres pasos: encriptar, despersonalizar y anonimizar. Así se busca que los datos que tienen el INEC no estén disponibles para todo el mundo. Solo existen dos o tres personas en la institución que lo manejan. Y si llegara a suceder algún tipo de vulneración a la información, hay normas muy claras que sancionan estos delitos.