Perforaciones al poliducto para robar combustible aumentaron en el país

martes, Nov 08

Un informe de Inteligencia militar alertó sobre un delito hidrocarburífero que se perpetraba en la provincia de Los Ríos. Tras ello, Fuerzas Armadas desplegó una operación en esa zona e identificó una perforación clandestina en el poliducto de Petroecuador que transporta combustibles.

Los soldados encontraron todo un sistema ilegal para sustraer combustible, el pasado 19 de octubre. Por ejemplo, hallaron dos acoples clandestinos a la tubería de la estatal petrolera, cinco válvulas, 25 abrazaderas metálicas, 10 metros de manguera de alta presión y dos llaves de paso.

Un hallazgo similar ocurrió nueve días después en Buena Fe, cantón también de Los Ríos. Uniformados volvieron a encontrar otra perforación en el poliducto, que es una tubería que transporta combustibles procesados, tales como la gasolina.

Policías investigadores saben que el robo de combustibles, a través de este mecanismo, aumentó en el país, sobre todo durante el 2022. Cifras de Fiscalía también lo confirman. Un informe estadístico de esa entidad muestra que, en el 2021, hubo 41 casos de sustracción de hidrocarburos a escala nacional.

En cambio, desde enero hasta el 30 de septiembre de este año, ya se contabilizan 101 procesos por ese ilícito. Esta última cifra es la más alta que se ha registrado en los últimos ocho años. La mayoría de estos eventos han ocurrido en Sucumbíos, Orellana, Guayas, Santo Domingo de los Tsáchilas y Santa Elena.

Por ejemplo, el pasado 11 de octubre, militares realizaron operaciones en la línea de flujo del sistema hidrocarburífero nacional en los sectores de Bellavista y Pacayacu, en Sucumbíos. Allí localizaron dos acoples clandestinos, 300 metros de manguera y también 500 galones de combustible abandonados en la zona.

Investigaciones policiales muestran que las organizaciones delictivas sustraen la gasolina de los poliductos para cometer actividades ilegales relacionadas con el tráfico de drogas. Por ejemplo, usan el combustible robado para la extracción de la pasta base de cocaína.

De la información que la Policía maneja, se requieren 284 libros de combustible, es decir, aproximadamente 75 galones, para procesar un kilo de alcaloides. También usan la gasolina para abastecer a las lanchas rápidas que transportan, vía marítima, el narcótico hacia Centroamérica y Norteamérica.

Además, las mafias sacan de las tuberías derivados de hidrocarburos como la gasolina blanca, que es un precursor químico para refinar droga. En operativos policiales y militares se han localizado piscinas llenas de gasolina blanca. El pasado 19 de octubre, los uniformados encontraron en Sucumbíos una perforación al poliducto y también una piscina artesanal con ­ 4 000 litros de gasolina blanca.

Denny Borja, jefe de coordinación operacional de la Unidad de Investigación de Delitos de Hidrocarburíferos de la Policía, explicó que los miembros de las bandas perforan las tuberías del poliducto, que están cerca de una carretera o de un río. Cuando las localizan, identifican el tipo de combustible que hay y luego hacen la perforación utilizando herramientas técnicas.

Después usan mangueras y llenan la gasolina en barriles de plástico. Finalmente, el combustible es trasladado hacia Colombia en embarcaciones o en camiones. Cruzan hacia ese país vecino por trochas. El Ejército ha identificado que, en la frontera norte, hay alrededor de 75 pasos clandestinos que son usados para perpetrar este tipo de ilícitos.

Con este mecanismo, las mafias del narcotráfico ya no compran el combustible de contrabando, sino que contratan a personas para que perforen las tuberías y lo roben. De esa forma reducen gastos de operación.