En Quito, el consumo promedio de agua potable es de 176 litros diarios

miércoles, Ene 25

Abrir el grifo no es todo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define que una persona requiere de 100 litros de agua al día (unos seis baldes grandes) para satisfacer sus necesidades de higiene y consumo. A pesar de esto, en Quito el promedio de uso de agua potable es de 176 litros diarios por persona y hay picos de hasta 500 litros.

La poca responsabilidad de la comunidad, la implementación de áreas húmedas (piscinas, turcos, etc.) o las conexiones clandestinas son algunas de las responsables de esta situación. A aquello se suma el uso de agua potable para el riego agrícola.

De acuerdo con la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps), la agricultura tiene un efecto importante en el uso del líquido vital en Quito. En la época de lluvias baja la demanda del sistema central.

En las áreas urbanas, en cambio, la implementación de piscinas está cambiando la demanda del agua. Si bien están reguladas, hay algunos casos en los que se han detectado tomas directas de la línea central de agua potable, es decir, además de usar grandes cantidades del líquido, no se paga lo que corresponde. Por ejemplo, una piscina de 3 m de ancho, 5 m de largo y 1,6 m de profundidad requiere 24 000 litros, similar a lo que consumirían unas 240 personas al día según los cálculos de la OMS

Zámbiza es uno de los sitios de Quito que busca una mejor gestión del agua potable. En esta zona, el consumo promedio es de 130 litros diarios por persona.

Celio Arias es el presidente del Gobierno Parroquial de Zámbiza, donde viven unas 10 000 personas, incluyendo la Comuna San José de Cocotog. En la parroquia rural de Quito, dice el dirigente, los vecinos han tomado conciencia de la importancia de cuidar el agua.

Lavar un vehículo con manguera es impensable. Claro que Arias reconoce que, hace unos años, había quienes usaban el agua potable para riego, con facturas que bordeaban los USD 60 mensuales. Frente a esto, cambiaron esa dinámica por cisternas con agua lluvia, cuyo contenido ayuda también al cuidado de los jardines.

En el sur de Quito hay 150 barrios abastecidos por la planta de El Troje. El alto consumo y el crecimiento de la población desembocaron en racionamientos del agua potable en el 2023.

En esa zona de Quito, el consumo promedio al día por habitante es de 205 litros. Juan Espinosa, gerente de Operaciones de la Epmaps, detalla que El Troje trabaja a su máxima capacidad: 750 litros por segundo (l/s). Con esto se abastece a unos 300 000 habitantes.

En las condiciones actuales, el consumo ideal para no aplicar racionamientos de agua potable en Quito sería de 150 litros diarios por persona. Ese valor es 0,5 veces superior al definido por la OMS.

Debido a los racionamientos, ya se constató la necesidad de aumentar la capacidad. El 12 de enero de este 2023, la Epmaps firmó la contratación para los estudios para ampliar el procesamiento a 1 700 l/s.

El Troje empezó a operar en el año 2 000 y se diseñó con una proyección de entre 20 y 25 años. En ese momento, la población en el área de abastecimiento era de 110 000 personas. El caudal distribuido era de 150 l/s.

De todas formas, luego de varias semanas de racionamientos en el sur de Quito, el Municipio informó que lograron una reducción en los horarios de cortes. Se pasó de siete a cuatro horas diarias.

De todas formas, el llamado a la comunidad sigue. Se debe consumir lo estrictamente necesario y abastecerse del agua suficiente para cubrir las necesidades básicas.

El sur no es la única zona con líos por alta demanda de agua potable en Quito. En Calderón, el aumento de la población también requiere una nueva obra.

El 22 de diciembre del 2022, la Epmaps suscribió la adjudicación para el inicio de la construcción de la planta de tratamiento de y de la línea de conducción Puembo – Calderón.

El suministro irá para Calderón, San Antonio de Pichincha y Calacalí. Según el Cabildo quiteño, en el sector habitan más de 500 000 personas.

El agua viajará desde Paluguillo, en un recorrido de 40 km. La construcción tomará tres años y, según las previsiones, garantizará agua suficiente hasta el año 2050.