La recién aprobada Ley Orgánica para Impulsar la Economía Violeta obliga a que el directorio de una empresa incluya a una mujer por cada tres integrantes. Esta medida aplica para compañías que tengan tres o más miembros en sus equipos directivos.
La normativa entró en vigencia el pasado 20 de enero del 2023 y busca que las mujeres tengan más participación en la toma de decisiones de las empresas, ya que, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 48% del potencial productivo de las mujeres no es utilizado.
De acuerdo con un informe de la consultora Deloitte: ‘Situación de los directorios en Ecuador’ (2022), las mujeres tienen 17% de participación en directorios de empresas.
“Las mujeres en cargos directivos son una minoría en comparación con los hombres. Sin embargo, su presencia en estos cargos se ha incrementado en los últimos años. Ahora, con la nueva Ley se busca dejar atrás estereotipos de género y culturales”, señaló Paulina Cobo, Country Head Cornerstone. Pero recalcó que, poco a poco, incluso antes de la aprobación de la Ley, se ha venido dando un cambio en la igualdad y diversidad de género dentro de las compañías.
Para Cobo, los principales beneficios de contar con mujeres en los equipos de trabajo son:
Mayor diversidad en el pensamiento y en la toma de decisiones: Esto debido a que las mujeres tienden a tener un enfoque diferente en el trabajo y pueden aportar perspectivas y soluciones novedosas.
Mejora en la cultura laboral: Las mujeres tienden a fomentar un ambiente laboral más colaborativo y ético.
Mejora en el rendimiento financiero: Varios estudios han demostrado que las empresas con una mayor presencia femenina en los puestos de liderazgo tienden a tener mejores resultados financieros. Esto debido a que generalmente, la mujer lleva una mejor administración de las finanzas dentro del hogar, al tener un mejor control de los gastos, comprar de manera más responsable, entre otros.
Mayor capacidad de atraer y retener talento: Las empresas que promueven la igualdad de género y la diversidad tienen una mayor capacidad para atraer y retener a los mejores profesionales. Sobre todo porque se proyectan como lugares de trabajo respetuosos de las diferencias, que promueven el desarrollo de sus profesionales sin importar género, ni otro aspecto de índole cultural o social.
Mejora en la reputación de la empresa: Al promover la igualdad de género y la diversidad, las empresas mejoran su reputación e imagen pública de manera importante, ya que son percibidas de manera positiva por la sociedad y por sus colaboradores.
Es importante mencionar que estos beneficios no serán realidad si no existe una cultura organizacional que promueva la equidad de género, la no discriminación y la inclusión.
Para incluir esta exigencia en la nueva normativa se tuvo que reformar la Ley de Compañías y es de inmediato cumplimiento. Sin embargo, las empresas que incumplan no serán sancionadas, pero, las que acaten la disposición y otras políticas de equidad recibirán un reconocimiento por parte del Ministerio del Trabajo.