Inseguridad cambia el paisaje en ciudades del Ecuador

miércoles, Abr 19

Negocios cerrados, militares dentro de centros comerciales, alarmas comunitarias; son nuevos elementos que se han sumado al paisaje de las ciudades del Ecuador debido a la inseguridad.

Desde el 2021, cerca de 5 000 ecuatorianos han sido víctimas de sicariatos, asesinatos, femicidios, robos con muerte, ataques con explosivos o balas perdidas.

El gobierno de Guillermo Lasso ha decretado 11 estados de excepción por inseguridad. Pero los asesinatos y robos no cesan.

Alarmas se suman al paisaje
En la cooperativa de vivienda de la Policía Nacional, en Durán, los vecinos instalaron un sistema de alarmas comunitarias, en un intento de espantar a los asaltantes que los acechan.

Ante cualquier emergencia, o presencia de algún sospechoso, los vecinos suenan las alarmas y salen armados con palos, machetes y varillas de hierro.

«Hemos agarrado a algunos ladrones», señala uno de los vecinos que prefiere omitir su nombre. Un par de veces, familiares y amigos de los delincuentes vinieron a reclamar a los vecinos por entregar a los asaltantes a la Policía Nacional.

En Quito, la Secretaría de Seguridad del Municipio ofreció instalar 557 alarmas en distintos sitios de las nueve administraciones zonales hasta junio de este año.

Esto, ante un aumento del 6% en los delitos que se registraron el 2022 en el Distrito Metropolitano de Quito, año en el que ascendieron a 15 344.

La presencia de militares dentro de los centros comerciales es más frecuente en Guayaquil, Durán y Samborondón desde el 1 de abril en que Lasso decretó el estado de excepción en esta zona.

Chalecos antibalas, fusiles y uniformes verdes se mezclan en el paisaje de compradores que buscan los elementos necesarios para volver a clase.

Guayaquil y el conurbano que la rodea ocupa el puesto 24 entre las ciudades más violentas del mundo, debido al promedio diario de asesinatos que se registra.

Otro elemento que se volvió cotidiano para la ciudadanía es que en el ingreso de los centros comerciales de la cadena ‘El Rosado’ se utilice un detector de metales para registrarlos.

Esta cadena minorista aplicó esta medida a finales del 2022 en todos sus locales del país.

Tiendas cerradas
Los comercios minoristas y restaurantes son los que más han sufrido por la extorsión conocida como ‘vacuna’, que consiste en un pago mensual a los delincuentes para que no ataquen el local o a sus dueños.

Esto ha hecho que muchos comerciantes coloquen rejas en sus negocios y que la atención sea a través de una pequeña ventanilla. Otros han cerrado sus puertas.

«Algo más de protección tenemos, pero igual da miedo», dice Jorge M, dueño de una tienda en la zona de la Roldós, en Quito.

Una situación similar sufren los negocios de alimentación, que han optado por fomentar la entrega de comida en lugar de tener a clientes en sus locales, por miedo a ser asaltados.

Según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo y de algunos gremios locales, las pérdidas por inseguridad en Ecuador bordearían los USD 3 000 millones anuales.