Moradores de La Floresta rechazan el Proyecto de Urbanismo Táctico en este barrio del centro norte de Quito. Este plan se realiza en la avenida La Coruña para mejorar la seguridad vial de los peatones, ciclistas y moradores.
La Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), a través de un análisis técnico, detectó un problema vial entre las calles Zaldumbide y Vizcaya sobre la avenida La Coruña.
La problemática vial detectada pone en riesgo el tránsito peatonal y de los ciclistas por el alto tráfico en la zona.
Sobre la avenida y las intersecciones no existen espacios destinados al cruce peatonal y las bicicletas que transitan por el lugar deben usar, en varias ocasiones, las veredas por la congestión vehicular.
La propuesta de la Epmmop
El proyecto de urbanismo, según la empresa, mejorará estos problemas de seguridad vial a través de reformas geométricas viales como: la ampliación aceras, reparación de bordillos, ampliación de las zonas para hacer giros sobre la avenida hacia las intersecciones.
También se trabajará en la reducción de la distancia de los cruces peatonales, que actualmente se encuentran con una separación aproximada de 50 y 100 metros sobre toda la calzada. La idea es hacerlos más cercanos para mejorar la movilidad peatonal.
Además, incorporarán nuevas zonas de parqueo, ciclovías protegidas y parquitos (espacios con una silla de madera acompañada de decoración con macetas).
Fernando Guerrero, presidente del Comité de seguridad de La Floresta, explica que el plan vial y las mejoras sobre la avenida La Coruña plantea el ensanchamiento de las veredas que provocará la reducción a un carril imposibilitando el tránsito vehicular y creando más congestión.
El ensanchamiento de las veredas se hará a la altura de la intersección con las calles Zaldumbide y Vizcaya. Los moradores mencionan que se extenderá entre medio metro a un metro.
María Agusta Katz, coordinadora de la Asamblea barrial en defensa de La Floresta, reconoce que existieron socializaciones con algunos moradores y miembros del comité en donde se mostró el manejo del plan y la incorporación que ha tenido en sectores como La Magdalena y San Bartolo, sur de Quito.
En la Magdalena y San Bartolo, según la entidad, los trabajos fueron ejecutados y se han tenido resultados positivos en seguridad peatonal.
El plan de urbanismo es poco conocido apunta Katz y asegura que no se ha respondido las preguntas de los moradores. Los vecinos no están de acuerdo con la intervención de la arteria vial que recibe 9 000 autos al día, según la Epmmop.
Sobre La Coruña, a las 08:00 y 18:00, empiezan las horas pico y el tráfico aumenta. “Cruzar, tomar un auto y usar bicicleta, es una tarea de alto riesgo”, comenta un morador que prefiere el anonimato.
Sin el plan urbanístico ya existen problemas tanto de peatones como de tránsito, al ejecutarlo será más grave, el tráfico aumentará a toda hora y la ciudad colapsará. Esta es la molestia de los moradores.
Valeria Andrade, vecina de la zona, dice que hay poca información y la intervención no es viable. La Coruña se llena de autos cuando existen eventos musicales en el Coliseo Rumiñahui y es dificultoso llegar a los hogares.
Ella sugiere que el plan se transforme en beneficios para los moradores, que solucione las necesidades diarias de los habitantes como es la colocación de señalética vertical y horizontal sobre la avenida y calles aledañas para un mejor tránsito vehicular y peatonal.
Parte de la implantación del plan es colocar zonas de parqueo y parquitos. Los últimos son espacios construidos en madera y adornados con macetas de flores y geranios que ya existen en el barrio, como en las calles Valladolid y Guipuzcoa.
Cecilia Ruiz, moradora, comenta que los parquitos se han convertido en espacios para libadores, basureros y sitios para comercializar sustancias estupefacientes.
La decisión y unión de los moradores en cuanto a los parquitos es evitar su colocación con plantones y pedidos a las autoridades, pues asegura la moradora que estos sitios disminuyen el tránsito peatonal y perjudican a los estacionamientos de las viviendas.
Los vecinos del lugar se han organizado para emitir comunicados y circulares hacia las entidades a cargo sobre un mejor estudio sobre el proyecto vial y aseguran que las respuestas que le han llegado no plantean ninguna solución.
Pedidos para cuidar el barrio
Los moradores en conjunto solicitan la creación de nuevos espacios de socialización y mesas de trabajo conjuntas para evaluar el plan de lointervención y abogar por las necesidades de las personas que viven y habitan en el sector.
La Epmmop en entrevista con EL COMERCIO señaló que el plan urbanístico se encuentra en fase de análisis, pues la entidad como los moradores no han llegado a un acuerdo de implementación.
Las intervenciones temporales que se realizarán sobre La Coruña contarán con evaluaciones previas, durante y después de la implementación del proyecto para conocer si la comunidad quiere la ejecución permanente del plan.
Las socializaciones a cargo de la entidad con los moradores se retomarán con la nueva administración municipal.