En Amarillo, Texas, un chico tocó la puerta de la casa de su vecino para buscar amigos. La reacción del adulto es ejemplar
un conmovedor hecho: su rostro triste quedó grabado cuando fue a casa de un vecino para ver si hallaba a un amigo… a alguien con quien compartir.
“Hola, solo quería saber si conoces a algún niño de unos 11 o 12 años, porque necesito amigos de verdad”. Las palabras llegan al alma, resumen el dolor de alguien que realmente se ve solo.
Amigos en Texas y las redes
El chico es Shayden Walker, a quien todos conocen gracias al noble gesto de su vecino, un adulto conmovido que sorprendido por la pregunta hizo algo más: denunciar hasta dónde se es posible llegar en el tema de bullying y responderle al niño buscándole lo que quería: amigos.
Brennan Ray es ese vecino de Shayden y viven en Amarillo, Texas. El niño, captado en la puerta de la vivienda de Brennan, se va un momento y regresa. Al volver, el señor le dice que en su casa no hay niños de su edad y lo invita, cuenta Univisión, a preguntar en el domicilio del lado derecho.
Shayden le fue claro al responder: “Ya no son mis amigos porque me hacen bullying”. No puede quedar nadie sin inmutarse ante las impactantes palabras.
Brennan Ray abrió para su vecino de 12 años la amplia ventana la de las redes sociales y le adelantó que podía conocer a su niño de dos años.
Ese hombre “publicó el video del momento y tan solo unas horas después sumaba más de 62 millones de reproducciones y 10 millones de like en TikTok, y no solo eso, Brennan abrió una cuenta en GoFundMe para recaudar fondos para el niño”.
“Este joven es educado, amable y valiente, ¿podemos ayudarlo hacer amigos?”, así lo presentó en redes desatando una ola de comentarios y bendiciones para Shayden.
Univisión agregó que la madre de Shayden abrió una cuenta en TikTok para agradecer a todas las personas el cariño demostrado a su hijo y este volvió a decir que “necesita amigos” y que lo pueden llamar.
Que la amarga experiencia de este niño no se repita y sirva para crear conciencia ante tan grave problema al que los adultos no deben permanecer callados.
Brennan entendió todo y da la clave: “Solo se necesitan dos segundos para alegrar el día de alguien”.