El ataque con drones marinos ucranianos al puerto de Novorossiysk, esta madrugada, es el primero contra uno de los principales puertos comerciales de Rusia desde que el Kremlin se negara, el mes pasado, a prorrogar el acuerdo que permitía la exportación segura de grano desde los puertos ucranianos. Desde entonces drones y misiles rusos han atacado repetidamente las instalaciones portuarias y los silos de grano de Ucrania en el Mar Negro.
La inteligencia ucraniana dijo que el Olenegorsky Gornyak, un buque de desembarco de la Armada rusa con unos 100 militares a bordo, había quedado «fuera de combate» por el ataque de un dron marino con 450 kilogramos de TNT, en lo que dijeron que era una operación conjunta de la Armada ucraniana y el servicio de inteligencia SBU.
Por su parte, Rusia dijo haberse defendido del ataque de Ucrania con drones marinos a su base naval del Mar Negro en el puerto de Novorossiysk. El golpe al buque de guerra arruinó las recientes celebraciones del Día de la Armada rusa en esta ciudad portuaria.
También arruinaron la visita del ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, a la zona de operaciones rusas en Ucrania, donde exaltó a oficiales y tropas por sus «operaciones exitosas» cerca de Lyman.
El ataque en Novorossiysk provocó que el puerto civil, que gestiona el 2%del suministro mundial de petróleo y también exporta grano, detuviera temporalmente todo movimiento de barcos antes de reanudar sus operaciones normales, según el Consorcio del Oleoducto del Caspio (CPC), que opera una terminal petrolera allí.
