Ecuador era tranquilo y pacífico. Ahora sicarios, secuestradores y ladrones rondan las calles.

martes, Ago 15

Belén Díaz caminaba a casa desde la universidad una noche cuando una motocicleta que llevaba a dos hombres hizo un amenazante giro.


Aterrada de que estuviera a punto de sufrir su octavo robo en tres años, la estudiante golpeó la ventana de un taxi hasta que el conductor la llevó a casa. Díaz logró escapar, pero al día siguiente hubo un tiroteo letal no relacionado delante de su urbanización, una comunidad vallada de casas de dos pisos en el límite de la ciudad portuaria de Guayaquil, en Ecuador.

Ecuador era uno de los países más tranquilos en América Latina hasta hace unos tres años. Ahora los criminales rondan por igual tanto en vecindarios de clase obrera como en los relativamente acomodados: sicarios, secuestradores, profesionales de la extorsión y miles de ladrones y atracadores.


Los cárteles mexicanos y colombianos se han instalado en ciudades costeras como Guayaquil y acaparado parte del negocio de enviar cocaína valorada en cientos de millones de dólares desde la vecina Colombia y Perú a otros países.