En su reciente enlace radial, el alcalde Aquiles Alvarez informó que la ciudad de Guayaquil sí tendrá una nueva terminal aérea, debido a las falencias que presenta el actual aeropuerto internacional Jose Joaquin de Olmedo aunque puntualizó que el costo y tamaño propuestos para la obra están siendo revisados.
El actual aeropuerto internacional tiene 60.000 metros cuadrados, diez mangas para el embarque y desembarque, y capacidad para manejar hasta 7 millones de pasajeros al año. Pese a todas las comodidades de la terminal, el aeropuerto en sí tiene limitantes. Además, en los últimos años se han presentado problemas por la presentacion de aves lo que complica las maniobras aereas.
“La planificación en el tiempo está para que el nuevo aeropuerto esté terminado en 2031. Apenas llegamos, recorrimos el aeropuerto actual (y) tiene muchísimas falencias, genera mucho riesgo al entorno; necesitamos realmente el nuevo aeropuerto, pero no con los valores que estaban planificados anteriormente”, dijo Alvarez, quien detalló que Tagsa, la concesionaria del aeropuerto, presentará una nueva propuesta.
“Hemos conversado (con Tagsa y) no hemos tenido que debatir mucho. Ellos tienen claro que el aeropuerto que se había planificado de más de 700, 800 millones de dólares no es necesario para Guayaquil, en magnitud. Es necesario uno mucho más pequeño”, detalló el alcalde, al tiempo de agregar que el fideicomiso para la obra anda por los $ 340 millones.
Así también, puntualizó que si bien existe un fideicomiso para la nueva terminal área en Daular, al oeste de la ciudad, este fondo no es solo para la obra en sí, sino también para desarrollar el entorno de la zona para el nuevo aeropuerto que –según dijo– tiene que ir de la mano con una gran autopista que debería construir el Gobierno nacional.