La exitosa gira del cantante mexicano Luis Miguel volvió a aterrizar en Argentina, país en el que abrió hace ya algunos meses, pero a diferencia de los primeros recitales realizados en la capital Buenos Aires, el nuevo se hizo en la ciudad de Córdoba, donde las cosas se descontrolaron por una peculiar razón que podría estar perdida en un limbo legal.
Resulta que el evento terminó de manera abrupta ante la mirada atónita de miles de asistentes al estadio Juan Domingo Perón que de inmediato acusaron al cantante y los organizadores del evento de estafarlos, pues mientras otros shows de la gira, incluidos los de la Movistar Arena de la Capital Federal duraron alrededor de dos horas, el de la noche del jueves en Córdoba terminó antes de cumplirse una hora del comienzo y sobre todo, tras una pausa de 15 minutos que el cantante realizó junto con sus coristas para un cambio de vestuario.
El show comenzó en medio de la lluvia
El show que comenzó más tarde de la hora programada fue suspendido por razones de seguridad a causa de un riesgo meteorológico por la copiosa lluvia que se registró en la ciudad argentina y que terminó afectando a toda la producción y al equipo de sonido y luces. La compañía productora del recital afirmó en sus redes sociales que el espectáculo no va a ser reprogramado y por tanto, las entradas no serán regresadas.
No habrá reembolso
Y es que en los términos legales de la adquisición de entradas para el recital no se especifica cuánto es que dura el mismo, todo un limbo legal, porque mientras los fans afirman no haber recibido una retribución por lo mucho que pagaron, Luis Miguel y su entorno afirman que el concierto se realizó y no fue suspendido, sino que tuvo que terminar antes por las razones antes expuestas.
¿Quién tiene la razón?