Un hombre de 71 años ha sido detenido como presunto autor del atentado.
El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, se encuentra en estado crítico después de recibir varios disparos tras una reunión del Gobierno.
El ministro de Defensa, Robert Kaliniak, ha informado de que «su estado es extremadamente grave», y agregó en una comparecencia ante la prensa que la intervención duraba ya tres horas y media.
Kalinak describió la intervención como «muy complicada: «Todos rezamos para que la buena constitución del primer ministro y la medicina moderna hagan su trabajo».
Fico sufrió un «politrauma», que afecta a dos o más órganos o que produce al menos una herida que pone en peligro la vida del paciente, tras recibir cinco disparos, y el político sigue «luchando por su vida», según el titular de Defensa.
«No hay duda de que fue un atentado con trasfondo político», agregó Kalinak, que sitúa el atentado en el contexto de «una incapacidad de aceptar la voluntad de parte de la sociedad».
El ministro del Interior, Matus Sutaj Estok, también subrayó con anterioridad que el atacante disparó con «una clara motivación política». «Quiero pedir a la opinión pública, a los periodistas y a todos los políticos que dejen de difundir odio», solicitó el ministro.
El ataque se produjo cuando Fico abandonaba la casa de la cultura de la localidad de Handlová, en el centro del país, donde el Ejecutivo, formado por populistas de izquierdas y ultranacionalistas, había celebrado una reunión.
Fico estaba saludando a un pequeño grupo de ciudadanos reunidos en el exterior, uno de ellos con una pancarta antigubernamental, cuando se oyeron varios disparos.
El primer ministro cayó al suelo y su equipo de seguridad lo trasladó a un vehículo para llevarlo a un hospital, donde se encuentra ingresado en estrado crítico. Presenta heridas en el abdomen, piernas y brazos.
El diario digital Aktualít señala que un helicóptero llevó al primer ministro al hospital.
El supuesto atacante, un hombre de 71 años, fue detenido por las fuerzas de seguridad y la Policía acordonó la zona.Según la prensa eslovaca, el supuesto atacante era miembro de un club literario y en el pasado había trabajado como guardia de seguridad en un centro comercial.
El Parlamento eslovaco ha suspendido la sesión que estaba celebrando.
«Estoy impactada. Le deseo a Roberto Fico mucha fuerza en este momento crítico para recuperarse del ataque», ha declarado la presidenta saliente del país, Zuzana Caputavá.
Las muestras de condena y consternación se suceden. La UE, la Otan -a través de su secretario general, Jens Stoltenberg-, así como Serbia, Hungría o Austria han enviado mensajes de pesar. También el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha asegurado sentirse «horrorizado e indignado ante el atentado contra el primer ministro eslovaco».
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha calificado el atentado de «horrible crimen». Putin se había reunido por última vez con el dirigente eslovaco en 2016 en Moscú. Robert Fico se ha mostrado crítico con las sanciones europeas contra Rusia, aunque desde el Kremlin se niega que el primer ministro eslovaco sea «prorruso».