Las elecciones generales del 9 de febrero de 2025 podrían tener la papeleta electoral más extensa en la historia de Ecuador desde el retorno a la democracia. Según analistas, esta proliferación de candidaturas no refleja una mejora democrática, sino que dificultará a los votantes identificar la mejor opción.
Durante el programa Políticamente Correcto del 25 de agosto, los expertos alertaron sobre tres grandes riesgos que esta fragmentación electoral podría traer para Ecuador.
1. Los partidos de maletín tras el fracaso de alianzas electorales
Fabricio Betancourt, estratega en campañas, señaló que la fragmentación electoral podría ser una estrategia política construida para captar la mayor cantidad de votos. Según él, algunos partidos, como el correísmo, buscan dividir el electorado para capitalizar el descontento de quienes ya no confían en ellos, pero buscan candidatos similares.
«El presidente Daniel Noboa, en cambio, se verá más afectado, ya que tendrá que defender su gestión frente a múltiples críticas de sus contendores», señaló Betancourt.
Sofía Cordero, politóloga, agrupa a las 17 candidaturas en tres bloques. La izquierda, fragmentada por el correísmo; el noboísmo, y la centroderecha, cuyos candidatos podrían mostrarse como una nueva vía electoral.
«Mientras el noboísmo y el correísmo serán las opciones autoritarias, Henry Cucalón y Francesco Tabacchi se ubicarán como una tercera alternativa más allá del tradicional clivaje correísmo-anticorreísmo», aseguró Cordero.
Alfonso Roggiero, experto en comunicación política y manejo de crisis, destacó que la fragmentación electoral tiene otro objetivo, impactar la composición de la próxima Asamblea Nacional.
Según Roggiero, el nuevo legislativo podría estar compuesto por múltiples mini-bancadas, partidos con uno o dos asambleístas, que eventualmente apoyarán al partido más grande que comparta su línea política. Este objetivo partiría desde el correísmo.
2. Una nueva disputa territorial por votos fragmentados
En las elecciones de 2023, Ecuador quedó dividido entre dos fuerzas predominantes: el correísmo, que conquistó gran parte de la costa y el norte de la Amazonía, y el noboísmo, que ganó la presidencia gracias al apoyo de la Sierra, la Amazonía y las principales ciudades como Guayaquil y Quito. No obstante, los panelistas advirtieron que esta composición de fuerzas podría cambiar en la próxima contienda.
En el caso de Jan Topic, candidato por SUMA, intentará capturar el electorado en provincias donde la inseguridad es un problema crucial. Sin embargo, Betancourt anticipa que si Topic no diversifica sus propuestas más allá de reducir la criminalidad, su candidatura podría repetir el cuarto lugar que obtuvo en 2023.
El voto indígena será otra fuerza significativa para Ecuador, anticipa Cordero, que con la presencia de Leonidas Iza, candidato de Pachakutik marque tendencia en la Sierra central y la Amazonía.
Sin embargo, Cordero opina que el voto de comunidad indígena es aún un enigma, pues aunque sus bases son sólidas, bien podrían no votar por Iza, debido a su aparente simpatía con el correísmo.
Guayaquil y Quito serán los campos de batalla más decisivos, según Alfonso Roggiero. En el caso de la urbe portuaria, el candidato que mejor aborde los temas de seguridad y empleo será quien capte la mayor cantidad de votos.
En la capital, la situación será más complicada, sobre todo para Noboa, quien podría perder el apoyo que le dio la victoria en 2023.
«Quito votó por Noboa hace un año porque representaba una alternativa democrática, pero ahora que ha mostrado ser autoritario, igual al correísmo, ese apoyo podría desvanecerse», afirmó Cordero.
3. Saturación de promesas de campañas de 17 binomios
Fabricio Betancourt advierte que exceso de información y promesas de gobierno caracterizarán la campaña electoral de 2025. Con 17 binomios presidenciales, la cantidad de propuestas y mensajes que circularán tanto en la esfera digital como en las calles podría generar una sobrecarga informativa llamada ‘infoxicación’ que confunda a los votantes.
Alfonso Roggiero señaló que, en este contexto, los ecuatorianos podrían terminar votando otra vez por los rostros más conocidos, y no por la solidez de sus propuestas de campaña. «Con tantos candidatos, será difícil comprender tantas promesas, que probablemente girarán en torno a seguridad, empleo y mejora de servicios básicos», explicó Roggiero.
Sofía Cordero también considera que estos temas serán predominantes en la campaña, pero señala que, como todos los candidatos querrán hablar de lo mismo, podría aumentar la confusión en el electorado al momento de elegir al mejor candidato.