Mientras Ecuador se propone cerrar el año llegando a 500 mil barriles de petróleo diarios, meta que le será difícil cumplir, otros países de Sudamérica consolidan récords de extracción en una época en que los expertos hablan de un nuevo boom petrolero. Hay tres países que encabezan esa expansión:
Brasil, cuya producción ha crecido un 60 % en la última década, extrae cuatro millones de barriles diarios y las previsiones apuntan a que en el 2030 superará los cinco millones.
Petrobras, la estatal petrolera de ese país, tiene un plan de inversiones que suma USD 77 mil millones, se ejecutara durante los próximos cuatro años.
Argentina pasó de producir 480 mil barriles de petróleo diarios en 2020 a 860 000 barriles a octubre de este año, el último máximo histórico fue en 1998, cuando se llegó a una producción de 847 000 barriles diarios.
Sustenta su crecimiento en el campo Vaca Muerta, uno de los yacimientos de petróleo y gas más grandes del mundo.
Y Guyana, un país de 800 mil habitantes, que produce 900 mil barriles al día. Empezó a producir petróleo en diciembre del 2019 y con él pasó de ser una de las naciones más pobres de América Latina a tener la renta percápita más alta de la región, USD 31 mil.
La clave para que esto ocurra no solo pasa por la calidad y cantidad de yacimientos.
